martes, 5 de julio de 2011

Suman 420 mil los monotributistas sociales

Se trata del régimen tributario creado para los históricamente excluidos. Además, Alicia Kirchner informó que ya fueron más de 50 mil los que pidieron recategorizarse por haber aumentado sus ingresos.

La precariedad laboral producto de la crisis económica que hizo eclosión a fines de 2001 fue una de las cuestiones en las que más empeño se puso para su resolución. Revertir este cuadro demandó diversas medidas que capitalizó el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Alicia Kirchner. Una de ellas fue la implementación del programa Argentina Trabaja, mediante el cual se crearon cooperativas que generaron trabajo genuino a lo largo y ancho del país y hoy sigue siendo un éxito. Pero quedaba por resolverse la situación las personas en situación de vulnerabilidad históricamente excluidas de los sistemas impositivos y de los circuitos económicos
Así fue que se modificó la ley de Monotributo y se creó el monotributo social.  Se trata una categoría tributaria permanente, hecha con el objeto de facilitar y promover la incorporación de estas personas a la economía formal. A partir del reconocimiento de sus actividades y de su inclusión como contribuyentes, hoy hay 420 mil trabajadoras y trabajadores en condiciones de emitir facturas oficiales, acceder a las prestaciones de las obras sociales del Sistema Nacional de Salud tanto para sí como para sus familias, y realizar aportes jubilatorios.
Con un presupuesto de 14 millones de pesos mensuales, el Estado, a través del Ministerio de Desarrollo Social, subsidia el 100% de los componentes tributario y previsional y un 50 % de lo destinado a la obra social. En números, el contribuyente paga 35 pesos –más otros 35 pesos por cada adherente, cónyuge o hijos– y el Estado aporta los otros 35 pesos. En ese ministerio proyectan llegar a un millón de inscriptos el año próximo. Según la ministra Alicia Kirchner, hubo 50 mil monotributistas que pidieron el pase a una categoría superior, lo que demuestra el éxito de esta política pública.
Las personas físicas, cooperativas de trabajo o quienes estén incluidos en proyectos productivos de hasta dos o tres personas pueden ser incorporados a este régimen y contar con cobertura médica, aportar a la jubilación y emitir facturas. Cuando se trata de iniciativas de varias personas agrupadas en cooperativas o proyectos colectivos, es la entidad la que se inscribe, pero todos sus miembros tienen acceso a dicha obra social y están incorporados al régimen provisional.
Los trámites se inician en delegaciones del Ministerio de Desarrollo Social –no en la AFIP–, donde se analiza la situación de vulnerabilidad de las personas y se hace una evaluación in situ del emprendimiento. Pueden inscribirse a esta categoría aquellas personas que estén desarrollando una única actividad económica (ya sea productiva, comercial o de servicios), cooperativas de trabajo y proyectos productivos que lleven adelante grupos de hasta tres integrantes. En todos los casos, debe tratarse de emprendedores en situación de vulnerabilidad social que no generen ingresos anuales superiores a los correspondientes a la categoría más baja del monotributo general (24 mil pesos anuales). Asimismo, la actividad económica debe ser genuina y estar enmarcada en el Desarrollo Local y la Economía Social, respondiendo al perfil productivo de cada región.
Los monotributistas sociales no pierden el derecho a la Asignación Universal por Hijo, que rige mientras se mantenga la situación de vulnerabilidad y los requisitos de ingreso. Según las estimaciones de Desarrollo Social, un 35 por ciento de los inscriptos son jóvenes de entre 18 y 29 años y otro 50 por ciento son mujeres.

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